Nuestra Historia
Desde
el año 2001 y de forma aun no sistemática como grupo, un colectivo
de educadores y artistas vinculados a la música, el teatro y el
cine, nos reunimos para trabajar con el objetivo principal de
“generar transformaciones sociales” a través del lenguaje
artístico. Para ello, proponíamos encuentros con diversas
organizaciones y grupos sociales de diferentes partes del país y del
mundo.
Los
primeros años de trabajo -en torno al proyecto llamado MIRARTE-
estuvieron signados por la promoción de las disciplinas artísticas
en aquellos territorios de nuestro país donde la población no tenía
prácticamente acceso a ellas. Particularmente, se comenzó
trabajando en el noroeste argentino con niños y jóvenes de zonas
carenciadas, tanto rurales como urbanas. Para ello, se propuso la
realización de talleres donde el teatro, la música y la literatura
congeniaban en la búsqueda de modos de expresión novedosos,
constituyéndose como lenguajes específicos, como nuevas formas de
expresión.
Los
talleres tuvieron un funcionamiento favorable, cumpliéndose gran
parte de los objetivos propuestos. Pero ya se perfilaba como un
obstáculo a superar la distancia geográfica que separaba a los
coordinadores de la población específica. La continuidad y el
seguimiento del grupo aparecían como dos requisitos indispensables
teniendo en cuenta el perfil pedagógico que el grupo decidía
imprimirle a sus actividades. Teniendo en cuenta esta preocupación,
se improvisó de inmediato un taller para el equipo docente que
buscaba, a modo de formación de formadores, que los educadores
locales aprehendieran aquellas herramientas que les permitiera
abordar el contenido artístico dentro del aula. Dicho taller resultó
muy satisfactorio para todos los actores, y si bien no resolvía
definitivamente la falta de continuidad, lo superaba en buena medida.
No
resolvía el problema pero abría una puerta. Entonces en 2003
comenzó la implementación de esta herramienta multiplicadora: la
capacitación artística para docentes, que permitía a los
destinatarios ganar en autonomía y en profundidad. En autonomía
porque los coordinadores ya no éramos imprescindibles, y en
profundidad porque ya no se trataba de agregarle contenido artístico
a la tarea docente, sino de utilizar el arte como lenguaje, como
herramienta a utilizar para trabajar cualquiera de los contenidos
curriculares.
A
través de este espacio se buscaba potenciar los saberes pedagógicos
y destrezas didácticas de los docentes, al adquirir herramientas,
técnicas y dinámicas del teatro y la música. Tanto para la
educación formal, como para la no formal, se fue creando un espacio
de encuentro y de construcción didáctica vinculada al arte que
permitía a los destinatarios ampliar los horizontes de su mirada
educadora y enriquecer así el trabajo áulico con nuevas estrategias
y lenguajes.
La
propuesta, si bien resultó más que satisfactoria, nos demostró que
el problema de la distancia reaparecía también en el caso de la
formación de formadores. El tiempo de permanencia de los
coordinadores debía ser mayor al que las condiciones materiales
permitían. Al mismo tiempo, los referentes regionales no lograban
priorizar las actividades en un contexto de crisis generalizada que
imponía otras urgencias, sumado al hecho de que desde las
instituciones los recursos destinados al desarrollo artístico son
mucho menos que una prioridad.
Continuando
en la búsqueda de resolver estos inconvenientes, a partir de marzo
de 2005 el proyecto decidió sumarse a una experiencia itinerante
denominada “Subir al Sur”. El objetivo era permanecer varios
meses en las regiones donde luego se realizaría la práctica, para
realizar un trabajo de campo previo que priorizara el conocimiento de
las organizaciones locales. Se trataba de un trabajo de diagnóstico
y relevamiento de información, capaz de dar cuenta de las
características propias de cada población, de cada territorio, sus
necesidades, sus intereses, sus valores. El modo de trabajo y las
temáticas a desarrollar luego, estarían condicionadas por el
resultado de dicho diagnóstico. Esta nueva modalidad permitió ganar
en significatividad en cuanto al aprendizaje construido por los
actores.
El
proyecto ganaba en riqueza y experiencias vividas, y por la confianza
construida con los actores, por la profundidad de las reflexiones
logradas y la posibilidad de expresarlas, también se hacían mucho
más visibles aquellas problemáticas que dejando de ser números en
las estadísticas, aparecían como límites al desarrollo de los
sujetos. Alcoholismo, violencia familiar ,violencia en general,
deserción escolar, discriminación, entre otras problemáticas, nos
incitaban a la acción y a la reflexión, por lo que decidimos
incorporar metodologías propias de la educación popular,
particularmente aquella propuesta del pedagogo teatral brasilero
Augusto Boal y su “Teatro del oprimido”, donde propone
escenificar formas de liberación de la opresión como un ensayo para
la vida. También se incorporaron propuestas de Bertolt Brecht, quien
también había sugerido en sus Lehrstücke modos de trabajar
con no actores que estimulasen el pensamiento crítico respecto de la
propia realidad.
Durante
2007 obtuvimos una beca proveniente de la Academia de Arte de Berlín
(Alemania). Sobre esta nueva posibilidad económica, y teniendo en
cuenta las dificultades, los logros y la experiencia adquirida a lo
largo de todos estos años, se fueron redefiniendo las prioridades,
los objetivos, la gente a convocar y las tareas a realizar.
Nacía
entonces el Proyecto Actuarnos Otros -que dio origen al nombre
del grupo-con la decisión de trabajar en provincias pero
principalmente en la Ciudad de Buenos Aires, el lugar de residencia
de los integrantes.
Durante
el 2007 y 2008 desde el Proyecto Actuarnos Otros convocamos nuevos
actores integrantes y propusimos encuentros de Teatro del Oprimido en
forma de espectáculo y de taller, sobre la base de la metodología
de Teatro-Foro (propuesta por Augusto Boal), donde se trata de hacer
de la actividad teatral un instrumento para el análisis y la
búsqueda de soluciones a problemas sociales e intersubjetivos,
intentando crear desde el escenario una reflexión que conduzca a la
acción fuera del mismo.
Se
trataba de abordar la escenificación de conflictos a través de una
dinámica que invitaba a actuar / hacer actuar alternativas de
cambio en escena; generando así un debate y una problematización
conjunta, que pretendía constituirse como un ensayo de nuestro
actuar / hacer actuar en la vida cotidiana.
Para
dichos encuentros, el grupo tenía dos modalidades.
1-
Desde el escenario: Espectáculos de Teatro-Foro
Se
presentaba una escena breve cuyo relato planteaba un conflicto real
comprensible e identificable para los espectadores. Al finalizar la
representación se invitaba al público a intervenir en la escena
para transformarla.
2.
Hacia el escenario: Talleres de Teatro del Oprimido
La
primera etapa del taller consistía en ejercicios y juegos teatrales
grupales que permitían tornar al cuerpo expresivo; comprender los
códigos; practicar el teatro como un lenguaje vivo y presente.
Durante esta etapa y a continuación, se proponía abordar y
problematizar los temas de principal preocupación para los
integrantes y realizar escenificaciones improvisadas sobre los
mismos. Al finalizar se procuraba una reflexión conjunta que
permitiese pensar y re-pensar la situación en busca de alternativas.
Se
profundizaron las temáticas con material teórico para ampliar el
marco referencial y constituir un trabajo integral, en el cual el
teatro se convirtiese en un lenguaje que permitiese abordar otros
contenidos y abriese posibilidades frente al sin-sentido.
Una
vez incorporadas ciertas herramientas, conocidas las temáticas
surgidas y el lenguaje, con una sólida ejercitación del debate y
del pensamiento crítico, comenzaba el proceso de selección de los
temas para la presentación de obra de Teatro-Foro a cargo de los
participantes del taller.
Esta
dinámica de trabajo se implementó en la ciudad de Buenos Aires, en
diversos centros educativos en barrios marginales de la Provincia de
Buenos Aires y en Centros penitenciarios.
Durante
este periodo los encuentros y funciones se filmaron y editaron con el
objetivo de armar un archivo que documente las
propuestas/resoluciones de los distintos grupos sociales y
culturales, con el fin de recopilar las experiencias para poder
difundir un material teórico-práctico en formato bibliográfico y
audiovisual para ampliar las posibilidades de replicación de nuestro
trabajo.
(Aquí
está le link del documental:
http://www.youtube.com/watch?v=4QnpP3gX5vo)
Entre
2009 y 2011 el grupo profundizó el trabajo artístico, investigando
tanto en la dramaturgia, como en las formas teatrales, preocupados
por la calidad estética del material y no únicamente en su
contenido, considerando fundamental descubrir una forma teatral
efectiva que ampliase los marcos delimitados de la propuesta básica
y sirviéndose aún del -nunca abandonado- autor alemán Bertolt
Brecht.
Durante
ese período el grupo continúo realizando espectáculos de Teatro
Foro en la Ciudad de Buenos Aires y en varias zonas de la provincia
de Buenos Aires, a la vez que dando talleres en Centros
Penitenciarios y ámbitos educativos, a la vez que presentándose a
festivales y encuentros internacionales, generando así intercambios
enriquecedores.
Ya
a fines de 2011 muchos de los integrantes del grupo se manifestaban
en crisis con la propuesta del Teatro del Oprimido, encontrando en
ella muchas limitaciones tanto en la forma, en la estructura como en
las posibilidades de abordaje temáticos entre otras cosas. El grupo
decidió abandonar el trabajo en relación al T.O y abocarse a la
tarea de profundizar y explorar las propuestas de B.Brecht para el
teatro, con el objetivo de encontrar una forma propia de hacer un
teatro dialéctico/ critico, que ayude a pensar la realidad en
términos históricos.
Desde
el 2012 y hasta ahora el grupo se encuentra en la ardua y grata tarea
de procurar “apropiarse” de estas premisas para el teatro,
realizando talleres, ensayando/presentando espectáculos con este
tipo de dramaturgia y organizando encuentros internacionales cada dos
años acerca de “La Posible Actualidad de Brecht” para establecer
un dialogo con otros que puedan estar en búsquedas similares, para
ampliar así los marcos de referencia y enriquecer la practica tanto
del grupo como de los participantes y asistentes (espectadores,
etc.).